Hola a todo el mundo, ya estoy de vuelta. Para bien o para mal. Espero que os haya ido bien la semana. Y si no, pues mira oye, no es mi culpa.

 

Voy a ser sincero, la semana pasada tampoco estaba inspirado a la hora de escribir algo (por eso no escribí nada). Le pedí al señor Obama, nuestro redactor jefe (le llamo así para que lo que viene a continuación suene más suave), que me sugiriese algún tema del que hablar, pero francamente me pasé su propuesta por los… bueno, el caso es que no me convenció. Y os estaréis haciendo preguntas como: a qué viene todo esto, en qué os puede servir en vuestras vidas y qué tiene que ver con la música. 

Os doy las respuestas: a nada, en nada, nada. 

 

Vayamos al grano, como los dermatólogos. Hoy me siento reflexivo, así que voy a seguir un poco con lo último que escribí. Eso de que los músicos se vendan y solamente actúen por intereses económicos. La verdad es que aquel día me calenté un poco, hoy quiero plantear esta pregunta: ¿Es tan malo venderse?

 

La respuesta que se me viene a la mente sin pensar es que sí. Pero puede que tenga sus ventajas más allá del hecho de poder comprarte un yate con la pasta que ganes si eres Kiko Rivera o alguno de esos retrasados. Y el mejor ejemplo que se me ocurre es Ska-p.

 

No veo la necesidad de explicar qué grupo es porque quien no lo sepa se merece ir a la hoguera, así que continúo. Ska-p empezó como un grupo cualquiera, tocando en bares con 4 pelados viéndoles desde la barra y subsistiendo como podían. Pero con su canción sobre el equipo de fútbol Rayo vallecano todo cambió, y así es como se ganaron algo más de fama, con lo que, según dicen, se vendieron al firmar con discográficas y multinacionales con la que se han forrado. A mí todo esto me la trae más floja que el pene de un abuelo porque en este caso, Ska-p no habla de amor y de exnovias o exnovios y esas bobadas. 

 

Lo que intento decir es que han conseguido que sus canciones, cuya intención es concienciar a la gente de que nos estamos ahogando en nuestra propia detritus, lleguen a millones de personas. Así que, venderse no me parece tan mal si lo que haces es algo más que una canción con un ordenador y una letra que solo diga “bonita mujer, baila delante de mí y si lo haces bien tendremos sexo porque yo te amo blablabla que si esto que si lo otro duri duri du tu padre renacuajo…” 

 

Ahora, si lo que haces es venderte cambiando completamente tu estilo musical a uno mucho más comercial (estoy pensando en Vendetta), dejando a un lado a los primeros fans que tuviste y centrándote en ganarte muchas más seguidoras quinceañeras (sigo pensando en Vendetta) y acabas con cuatro discos, el primero de ellos una obra maestra y el resto bazofia que no la quiere ni Lucifer (Vendetta una vez más), eso sí que me da nauseas. Que a la gente le guste el grupo me es indiferente e inexplicable al mismo tiempo, pero de ahí a pasar de los verdaderos fans… Porque, o sea, me parece genial y apoyo que un grupo varíe su música y no acabe tocando siempre lo mismo porque terminarán cansando y no habrá Dios que los aguante (ahora pienso en Talco).

Pero si vas a hacer eso, hazlo bien.

 

Espero no haberos liado mucho, puede que hasta me haya contradicho, yo que sé hijos míos, dejadme en paz que estoy muy enfermo. Mucho. No me apetece volver a leerme esto y repasarlo.

 

En fin, con este tema sí que me caliento. Es de las pocas cosas que me quitan el sueño. Eso y el gorila de Marte. Por si alguien ignora qué es, mirad esta foto que se tomó en el planeta rojo (rojo porque es del color rojo, no porque el planeta sea comunista, vaya):

 

Y ya para terminar, os dejo un enlace que he encontrado investigando en el gran internet sobre Ska-p y todo el rollo ese que os he soltado por si a alguien le interesa el tema. Los comentarios de la gente también son interesantes.

 

http://www.manerasdevivir.com/foro/viewtopic.php?t=49320

 

¡VIVA EL GORILA DE MARTE!